Lo que nos detiene o impulsa a ser más creativos

La pereza no es amiga de la creatividad

Evitar excusas contribuye a que fluya la creatividad, se trata de buscar soluciones y no crear conflictos. Innovar es clave y no es malo cuestionarse, todo es mejorable y aquello que podamos estar haciendo bien puede ser de mayor calidad, incluso podemos pensar en formas diferentes de cómo ejecutar ciertas acciones y posiblemente lleve a los mismos o mejores resultados. Otro punto que contribuye a la creatividad es no aceptar la primera idea, debemos pensar siempre más allá, dejar por un lado la obviedad.

Muy perjudicial es el estrés, estando así es difícil concentrarnos, puede ser producto de la sobrecarga de actividades, lo mejor es llevar un orden de prioridades para cada una de nuestras tareas. La pereza no es amiga de la creatividad, muchas veces por no querer pensar o hacer nuestro trabajo perdemos muchas oportunidades y desperdiciamos el tiempo que se podría emplear para analizar y plantearnos cosas nuevas. Otra variable que influye grandemente es la inseguridad, por miedo dejamos de hacer muchas cosas, no nos atrevemos y eso merma la creatividad. El conformismo nos hace pensar que lo que estamos haciendo está bien, y no superamos nuestras propias expectativas.

Compararse con otros es un error, enfoquémonos en hacer bien las cosas, la gran competencia que tenemos es con nosotros mismos, buscar la excelencia va a depender directamente de cómo lo canalicemos, pensar que alguien puede ser mejor que nosotros o nosotros mejor que alguien es una mala idea, ya que puede llevarnos a comparaciones inexactas que no nos conducirán a ningún lado. Exigiéndonos es como podremos obtener los mejores resultados según el trabajo.

No perder enfoque de lo que se está haciendo, es vital, esto permite analizar mejor y a su vez producir ideas originales con mayor fluidez, es importante estar concentrados en tareas específicas, mientras más lo estemos optimizaremos nuestro tiempo, sentiremos menos carga y aumentará nuestra productividad. ¿A quién beneficia todo esto? la respuesta es muy sencilla, a quien quiera ser más creativo aplicando ciertas normas, tomando en cuenta los pro y los contra según actitudes que podamos tener. Dejemos por un lado las situaciones negativas cuando necesitamos que la creatividad esté presente.

En conclusión, debemos buscar todo aquello que nos favorezca para ser cada día más creativos, seleccionar las actividades que nos permiten y evitan que podamos serlo.  No es cuestión de suerte, si adoptamos buenos hábitos lograremos construir muchas cosas de las que no creemos que somos capaces por no intentarlo.

Para superar las expectativas de los demás, se debe superar primeramente las expectativas propias, una idea puede ser buena, sin embargo es posible fabricar mejores si nos quedamos más tiempo con ellas estructurándolas de una mejor manera.

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