Un diseñador gráfico tiene la tarea de plasmar una idea, y para esto existen cuatro factores clave que no se deben dejar a un lado al momento de diseñar un anuncio. Te los presentamos a continuación:
No tener claro el objetivo de comunicación: Responde a la pregunta, ¿por qué se debe lanzar el anuncio? Además, da la pauta acerca de qué tipo de campaña se realizará; expectación, mantenimiento, informativa, etc.
Querer hacer de una idea un arte final en un solo paso: Es aventurado pretender que de la primera idea surja el arte final, en un post anterior hablamos acerca de cómo podemos conceptualizar mejor a través del proceso creativo, lo cual conlleva una tormenta de ideas, de donde se elige una, la idea detonante, que a su vez se convierte en un boceto y este en un arte final.
Diseñar para uno mismo y no para el grupo objetivo: Si bien, cada diseñador aplica “su toque” a cada diseño, debe tener claro que no se trata de un arte que debe “gustarle” sólo a él. Sabemos que la publicidad no se trata de uno mismo, sino del otro, del target. El fin es comunicar un mensaje que obedece al objetivo de comunicación planteado por el cliente.
Perseguir una tendencia y no la esencia de la marca: Siempre habrán tipografías, colores, mezclas y un sinnúmero de elementos que estén de moda, pero antes de elegir estos “insumos”, se debe ir al manual de marca, en donde está especificado de antemano la esencia de la misma; los colores, tipo de letra oficial y mucho más. Perseguir una tendencia es muy arriesgado pues lo que busca es estandarizar, es decir, que se vea igual o muy parecido, y de lo que se trata es de distinguirse en medio de tantos impactos publicitarios al que el grupo objetivo es sometido.
Si cada día reflexionamos acerca de cómo podemos hacer más efectivo nuestro trabajo, es probable que salten a la luz errores que se cometen frecuentemente y que no estén incluidos en este breve listado, los cuales corrigiéndolos nos llevarán a hacer una mejor labor.