Recientemente escuché en una emisora de radio una canción con la frase: el cielo es el límite. Lo primero que se podría pensar respecto a esto es que se trata de una oración muy fantasiosa o una forma romántica de percibir la realidad. Después de reflexionar por algunos minutos en dicha aseveración, me vino a la mente la palabra creatividad y quise delimitar la frase a este contexto para encontrarle algún sentido.
La creatividad simplemente ES. Existe y se disfruta, como el aire puro, a disposición de quien lo desee. Muchas veces debemos salir de forma medida de nuestro contexto, del metro cuadrado, zona de comodidad o como le conozcas para buscar aire puro. Lo mismo ocurre con la creatividad.
El proceso creativo a veces llega de manera fortuita y otras veces hay que provocarlo, salir del círculo es un buen método, con el fin de oxigenar la mente y respirar aire fresco y producto de esto, ideas frescas. Es cierto, el cielo es el límite para una persona que gusta de pensar creativamente. El límite de las ideas radica en uno mismo, del margen mental que se trace.