Cada día tenemos tareas que cumplir, el punto es qué tan rápido las hacemos y si ejecutamos estas actividades de forma correcta.
Empecemos por definir qué es productividad. Puede definirse como la relación entre los resultados y el tiempo utilizado para obtenerlos. Cuanto menor sea el tiempo que lleve obtener el resultado deseado, más productivos somos. La productividad debe ser el indicador de eficiencia que relaciona la cantidad de recursos utilizados con la cantidad de producción obtenida.
Al pensar en las tareas que tenemos que realizar sentimos confusión, estrés y hasta frustración. ¿Te ha pasado?
Si en lugar de verlo como una carga nos ponemos a pensar en qué es lo que queremos lograr y cómo nos vamos a sentir cuando alcancemos ese objetivo, disfrutaríamos lo que estamos haciendo, lo haríamos más rápido y estaríamos satisfechos de haber cumplido con esa meta.
Suele ocurrir que con la gran cantidad de tareas que tenemos que realizar no nos enfocamos en alguna en concreto, lo importante es enfocarse y dar prioridad a aquellas tareas que tengan mayor dificultad, luego las tareas que representen menor grado de complicación, no descuidando tareas, siendo más eficientes.
Algo que también suma a lograr los objetivos es evitar el enfoque en aquellas cosas que distraen, ya que dificultan nuestra concentración, haciendo que perdamos tiempo y por ende nos convierte en personas que ejecutan menos. Ser productivos es cuestión de autodisciplina, no depende de nadie más que de nosotros mismos.
Si das diez, cuando podrías dar cien, no has ganado diez, has perdido noventa. Anxo Pérez