Cada día surgen nuevas tendencias las cuales algunas marcas adoptan rápidamente con el fin de buscar mayor interacción con una comunidad virtual. Un recurso común son los famosos memes, de estos existen diferentes tipos, los hay graciosos, satíricos, vulgares y hasta racistas. Una marca antes de entrar a la ola de los memes debe evaluar lo siguiente:
Alineado al plan: ¿Existe un plan estratégico en el que ya se han definido cuál es la línea de mensaje que debe seguir la marca? Si es así, hay que apegarse a este. Las novedades a veces tienden a “marear” al Community Manager por lo que puede caer en un error al adaptar un contenido que no es afín a lo que se desea comunicar.
Conforme a la personalidad: Hay que valorar la personalidad de la marca, algunas son divertidas y hasta irreverentes, esto les permite hacer uso de los memes sin ningún problema, siempre con el cuidando de no agredir a terceros haciéndolos objetos de burla, las empresas serias deben quedar al margen de este tipo de tendencias con el fin de no afectar el posicionamiento logrado y evitar dejar a la marca en una situación crítica.
Un meme para poder publicarse debe ser chistoso y no comprometer a la marca. El objetivo de utilizarlos debe ser generar alguna acción en la audiencia sin que esta se sienta ofendida, o se convierta en algo de mal gusto, simplemente la intención que se tiene es divertir un poco. A continuación les presentamos el siguiente grid para dar un panorama más amplio, queremos hacer énfasis en varios parámetros que deben ser tomados en cuenta antes de compartir un meme en redes sociales.
- Si no es chistoso y no perjudica a la marca, es mejor abstenerse.
- Si no es chistoso y puede afectar a la marca, es una idea que no tiene lugar.
- Si es chistoso pero compromete a la marca, lo adecuado es no publicarlo.
- Si es chistoso y no dañará a la marca, adelante, puede ser publicado.
