Conceptualizar, en términos sencillos, es un proceso en el que una persona genera una idea propia sobre un tema en específico, abarca el desarrollo, la construcción y el ordenamiento de las ideas, a fin de generar un nuevo concepto, el cual debe mantener la coherencia.
En un artículo previo hablamos de la importancia de la conceptualización en el diseño gráfico, ya que es fundamental establecer ideas base que marquen los lineamientos en materia de diseño a la hora de crear una campaña, incluso antes, cuando se tiene que presentar la propuesta al cliente y equipo de trabajo. A continuación mencionaremos algunas técnicas usadas frecuentemente y ampliaremos algunas mencionadas anteriormente.
Lluvia de ideas
También llamada “brainstorming”, es una técnica colaborativa muy conocida, en la que se reúnen varios integrantes de un equipo y comparten sus ideas o propuestas sobre determinado tema. En una agencia de publicidad se conoce como “pelotear”. De todas las ideas generadas, se eligen las que se consideren más significativas y apegadas a cumplir con el objetivo trazado, hasta llegar a una sola idea o concepto con la que trabajará.
Es preciso hacer énfasis en la importancia de marca límites cuando se hace una lluvia de ideas, ya que en ocasiones se piensa que al ejecutar este ejercicio se permiten todas las opiniones, lo cual en parte sea cierto, pero también hay que dejar claro ciertas directrices para no irse por la tangente y divagar, con aportes que realmente no estén relacionados o que no sean aplicables.
Lista de atributos
La lista de atributos es una técnica creada por Robert P. Crawford en 1954, este método consiste en identificar todas las cualidades o características que posee un producto, proceso o servicio y enlistarlas. Los atributos que se obtengan podrán ser físicos, como tamaño, color, forma, sabor y demás, así como también atributos intangibles, como las emociones que puede despertar o con las que se puede relacionar. También se listarán sinónimos, antónimos o palabras y frases que puedan relacionarse.
Una de las consideraciones con esta técnica es que tras analizar los atributos, se puede tener una lista muy extensa, con conceptos que tal vez no sean igual de fáciles de interpretar o comprender para las personas que no tienen un conocimiento tan profundo de la marca, producto u objeto analizado, por lo que es preciso, al igual que en el punto anterior, delimitar ciertas pautas previamente.
Lista de comprobación
También llamada lista de chequeo o “checklist” en inglés. Esta técnica sirve para conocer a detalle los procesos que conforman un producto o servicio, aunque por lo general, esta se utiliza para mejorar dichos procesos y encontrar puntos de oportunidad, a la hora de conceptualizar, también es una técnica útil, pues conociendo los procesos implicados en el producto o servicio específico, se pueden encontrar ideas o relaciones de las que antes no se tenía conocimiento.
Un ejemplo de esto, supongamos tras hacer una lista de comprobación de una panificadora, se evidencia que al elaborar sus productos no utilizan ingredientes de origen animal, este es un dato que posiblemente muchos conocían pero no había sido tomado en cuenta antes y del que se pueden trabajar ideas para una campaña. La diferencia entre la lista de atributos y de comprobación es que la primera puede ser más extensa, en tanto que en ella se abordan distintos criterios, mientras la segunda se limita solo a los procesos, dejando fuera otras características.
Analogías
La analogía es una figura literaria que consiste en establecer una relación entre dos objetos, esta, al igual que otras figuras retóricas son frecuentemente utilizadas para conceptualizar. Para conocer más sobre las analogías y las figuras retóricas en general, lee esta serie de tres artículos que escribimos hace un tiempo: