Conceptualizar es el proceso en el cual una persona genera una idea propia sobre un tema específico para facilitar la comprensión del mismo. Cada persona realiza de manera constante conceptos sobre lo que le rodea; las personas conceptualizan sin darse cuenta, pues en todo momento están expuestos a distintos estímulos, por ejemplo, vallas publicitarias o campañas de concientización, que los llevan a generar dichas ideas mentales aunque esto no es por casualidad, pues dichos estímulos fueron previamente conceptualizados para promover una idea específica.
Ahora bien, entrando en materia de diseño gráfico, conceptualizar consiste en definir las ideas base que serán utilizadas para la estructuración de un mensaje gráfico y que a su vez servirán para orientar las decisiones de diseño. Es importante para conceptualizar hacer un detalle de ciertos elementos sustanciales, como cuáles son los objetivos que se esperan alcanzar a través del diseño, antecedentes de la marca, como sus años en el mercado, tipos de servicios o productos, cuál es el público que se pretende alcanzar (edad, estado socioeconómico, grado académico) y las necesidades de los clientes.
Estos son algunos elementos que infieren a la hora de contextualizar.
Como ya se ha mencionado, lo primero que debe tenerse en consideración es qué se espera alcanzar con tal diseño, esto debido a que aunque pueda tener colores o formas agradables, si no transmite un mensaje claro, no será funcional por muy vistoso o artístico que luzca. Un tip cafetero es no conformarse con la primera idea.
También debe considerarse que la marca para la que se trabaje tendrá (o se supone) una línea gráfica establecida, a la cual deberá regirse al momento de conceptualizar la idea, esto de ninguna manera debe verse como un obstáculo, ya que puede seguir estos lineamientos, como palabras clave o una paleta de colores institucional como una ayuda, es primordial respetar la esencia de la marca.
Para conseguir las ideas base para la conceptualización, es necesario hacer uso de varias técnicas que permitan, no solo crear ideas, sino ideas creativas y útiles para la labor deseada. A continuación se presentan tres técnicas de conceptualización:
Árbol de ideas:
Consiste en utilizar una o más palabras clave y con base en ellas, agregar nuevas palabras que estén relacionadas y permitan ampliar el concepto inicial, colocados en una estructura radial o con forma de árbol, no posee un orden predeterminado y la jerarquía de las ideas dependerá del punto de vista de cada persona.
Mapa mental:
Esta es una técnica tradicional y muy útil a la vez, es de carácter gráfico, se trata de a través de dibujos, líneas, formas geométricas garabatos o cualquier recurso gráfico se pueda explicar una idea cono o sin apoyo de textos. La principal ventaja del mapa mental es que facilita tanto la comprensión del concepto como su interpretación y es una herramienta útil para las personas visuales.
Analogías:
La analogía es la comparación o semejanza entre objetos distintos, con el fin de transmitir un mensaje de forma original. En el caso del diseño gráfico, la analogía es una técnica en la cual se logran transmitir ideas a través de la combinación de conceptos que habitualmente no están emparentados. Este es un ejemplo de analogía utilizado en una campaña de WWF:
Lista de atributos:
Como su nombre lo indica, consiste en elaborar un listado con todas las cualidades que pueda tener un objeto, ya sea un producto, un servicio o puede usarse también en una marca. Esta técnica permite tener un mejor conocimiento de dichos productos/servicios, tanto de puntos fuertes como débiles, sino que también abre la mente a nuevos enfoques o perspectivas que en una primera impresión no se podrían encontrar con facilidad y de estos nuevos enfoques se obtendrán ideas para conceptualizar.