En esta segunda parte cubriremos un grupo de cinco figuras retóricas aplicables en el Marketing y publicidad, con sus respectivos ejemplos.
Metáfora
La metáfora es una de las figuras retóricas más utilizadas, no solo en la publicidad y mercadeo, sino también en otros campos como la literatura, el cine y el arte en general, esto debido a su versatilidad a la hora de transmitir un mensaje; en las campañas publicitarias también puede estar acompañada de otras figuras.
La metáfora consiste en establecer una relación entre dos imágenes o elementos que en una perspectiva práctica no tiene relación, pero que se puede aplicar para brindar el mismo significado o que transmite la misma idea. Normalmente en las campañas se sustituye una imagen o un elemento dentro de una imagen por otra que, como mencionamos, no tiene una relación, pero que puede reforzar una idea o mensaje.
Erotema
Erotema, también llamada interrogación o pregunta retórica, es una pregunta que se formula, pero que no se espera una respuesta, es decir, se hace una pregunta con la intención de reforzar una idea o un punto de vista. Suele usarse planteando un problema o presentando una situación y preguntando cómo se puede responder, la respuesta implícita es el producto o servicio que se está promocionando.
Prosopopeya
La prosopopeya o personificación es la figura retórica que consiste en designar atributos humanos a animales u objetos inanimados. Es frecuente encontrar esta figura en la literatura infantil y en películas animadas, donde vemos animales viviendo en ciudades, trabajando y manejando vehículos.
Dentro de la publicidad y el Marketing, la prosopopeya es frecuente con las mascotas de algunas marcas o en campañas donde se les da precisamente atributos humanos a animales u objetivos, como los conocidos pollos de la marca mexicana Bachoco, el pollo de Campero, el osito Bimbo, el conejito Duracell los personajes de Kelloggs que, a veces se complementan con el humor.
Metonimia
La metonimia o trasnominación se crea cuando se reemplaza una palabra, imagen o figura por otra con la cual tiene una relación directa, o se pueden relacionar según ciertos atributos. La metonimia puede ser por causa y efecto; por significado y significante; producto y función; objetivo y aplicación; autor y obra; cada uno de estos y viceversa.
En la parte gráfica, por ejemplo, es común encontrar la metonimia cuando se relaciona un cigarro con malestares, o cuando con el humo se crea una figura fatalista, lo cual se convierte en una metonimia con relación de causa y efecto.
Símil
El símil o comparación, tal y como su nombre lo indica, consiste en cotejar las cualidades de un objetivo con otro, a diferencia, de la metáfora o la metonimia, aquí no se hace una sustitución. El símil se caracteriza por usar de forma recurrente las palabras “como” y “tan… como”.
Parte 01:
Parte 03: