Constantemente se habla sobre buenos hábitos en la empresa o en los estudios haciendo mención en la importancia de establecer prioridades. Por lo general se recomienda empezar por la tarea más difícil y después seguir avanzando, no obstante, es común escuchar a personas afirmar que son multitasking, es decir, que tienen la capacidad de llevar a cabo varias tareas al mismo tiempo. Pese a que este término es bastante usado surge la pregunta ¿Realmente una persona puede hacer varias cosas al mismo tiempo? y si es así, ¿qué tan útil puede ser esta práctica?
Para poder determinar si las personas realmente pueden ser multitasking, primero se debe conocer el origen de dicho término. Se trata un anglicismo que significa “multitarea”, proviene de la informática y se refiere a la capacidad de un equipo de realizar varias tareas de manera simultánea. Con el paso del tiempo otros dispositivos como los teléfonos inteligentes o las tablets llegaron a ser multitarea, provocando que esta expresión se popularizara y se empezara a aplicar a las personas, afirmando que pueden hacer varias tareas al mismo tiempo.
La confusión sobre este tema surge porque en un aspecto general sí se pueden hacer varias cosas a la vez, como salir a trotar mientras se oye música y cada cierto tiempo se chequea el cronómetro; sin embargo todas las acciones realizadas en este ejemplo son casi automáticas y no requieren de mucha atención por parte de la persona que las realizan ya sea porque son actividades sencillas o porque ya se tiene práctica.
Por otra parte, actividades específicas y que requieren suficiente atención solo pueden realizarse una a la vez, como prestar atención a la explicación de un profesor o elaborar un reporte mensual. Por lo que concluimos que no es posible trotar y escuchar música pues escuchar representa prestar atención ya sea a la letra, sonidos, arreglos, compases, etc.
Un paso a la vez.
Lo que realmente sucede cuando una persona pretende hacer varias cosas a la vez es trabajar una actividad X, hacer una pausa para avanzar con la actividad Y, para luego regresar a la primera actividad; interrumpir de nuevo X para hacer Z y así sucesivamente. En resumen, multitarea aplicado a las personas no se refiere a hacer varias cosas al mismo tiempo sino simultáneamente, lo cual es algo muy distinto. Aunque algunos consideren esto productivo, en realidad esta práctica puede llegar a tener repercusiones negativas en el rendimiento de una persona, entre las cuales se puede mencionar las siguientes:
- Detener abruptamente una tarea para comenzar otra puede ser un generador de estrés porque aunque se haya cambiado de actividad, la mente aún piensa en la que se estaba realizando antes, si es algo importante y por alguna razón se postergó también puede generar ansiedad.
- Con el hecho de intentar realizar varias cosas a la vez aumenta la posibilidad de cometer errores, como enviar un correo con faltas de ortografía, datos equívocos en reportes, etc. producto de no prestar la atención suficiente a cada tarea asignada.
- Al hacer una tarea e interrumpirla se favorece también la procrastinación, de la cual ya se ha expuesto anteriormente y consiste en aplazar tareas importantes por otras de menor relevancia.
Para aumentar y mantener la productividad en el trabajo y en los estudios es crucial establecer prioridades, ya que tratar de hacer varias cosas al mismo tiempo no asegurará que el resultado sea el mejor, en cambio si se trabaja una cosa a la vez prestándole la atención necesaria es más probable que el resultado sea satisfactorio, por tal razón siempre es más importante la precisión que la inmediatez.