Recientemente en nuestro blog hablamos sobre el manual de marca, su definición, partes que lo integran y su relevancia para las empresas. Dicho manual, comprende la parte gráfica de la marca, no obstante, las empresas no solo necesitan cuidar su imagen visual, sino además su forma de comunicarse con otros, entiéndase su comunidad en redes sociales, visitantes, clientes en potencia y sus clientes. Para ello se hace uso de un manual de estilo, el cual aborda distintos temas de redacción y estilo que la marca utilizará en los canales de comunicación que disponga.
En importante aclarar que al hablar de manual de estilo, este puede ser, académico, institucional o editorial, los cuales son mucho más extensos y específicos en cuanto a aspectos sintácticos y gramaticales. No obstante en este artículo abordaremos los elementos de un manual de estilo orientado a los canales digitales más habituales para las marcas, las redes sociales; así mismo que incluiremos elementos relacionados con blogs.
Elementos del manual de estilo digital
Estilo en sitio web
Cubre los principales rasgos de la estructura externa y externa de los artículos del blog. En cuanto a la estructura externa, se definirán aspectos como redacción de titular, introducción, desarrollo y conclusión; el número de párrafos, el número de palabras (en algunos casos). También se define si se escribirá en primera o en tercera persona, el tono a utilizar, el cual irá de técnico, formal, hasta informal o con uso de modismos dependiendo de la marca.
Así mismo se fijará el uso de las cursivas, las negritas, de las listas con números, viñetas o letras. También el uso de citas, enlaces a otros sitios, términos o tecnicismos en otros idiomas, uso de siglas, comillas, guiones, paréntesis, corchetes y demás signos.
En cuanto a los titulares, el manual de estilo también establece normas respecto a su estructura, las más básicas y que deberían estar presentes en todo manual es la extensión, el uso de números y evitar a toda cosa el uso del clickbait.
Estilo en redes sociales
El manual de estilo para redes sociales fija elementos como la terminología a utilizar, el tono y las normas ortográficas y de puntuación que son los aspectos más básicos que deben cuidarse.
Sumado a lo anterior, el manual de estilo también considera las redes sociales en las que la marca está presente y las particularidades de cada una, por ejemplo, Twitter solo permite 280 caracteres, lo cual requiere un tipo de redacción distinta a Facebook que no tiene restricciones y a la vez que esta sería distinta a una descripción de video en Youtube, que si bien no tiene límites de extensión, no es recomendable escribir un párrafo largo pues el interés principal está en el video.
Una vez definidas las características de cada red social se trabaja en una estructura para redactar los post, normalmente esta incluye un titular, una descripción y un llamado a la acción que no necesariamente será con fines promocionales
Con estas consideraciones se tendrán las bases para elaborar publicaciones efectivas en cada canal social en que la marca esté presente y también facilitará adaptar los post a cada una, en los casos en que se tenga que publicar en mismo contenido en distintas redes sociales sin que resulte repetitivo.
Sumado a todos estos puntos, en redes sociales no se pueden obviar las hashtags, el uso de enlaces y los emojis, por lo tanto, el manual de estilo también debe contemplar la aplicación de estos tres elementos que son frecuentes en las mismas. Con los enlaces se define si usar acortador de links y en qué parte del texto se colocarán, con el uso de las hashtags, se definirá máximo de hashtags por publicación y si la marca crea una, cuáles serán sus características.
Por último, los emojis desde hace años forman parte de las interacciones en redes sociales y la marca no debe omitirlos, pero tampoco se trata de usarlos sin regulación, pues le termina restando seriedad y formalidad. El manual debe de estilo brindar un contexto para determinar cuándo y cómo usar emojis en sus publicaciones, cuáles tendrán permitidos y los que deben evitar para cuidar la reputación de la marca.