A lo largo del año tenemos todo tipo de fechas festivas, que van desde celebraciones internacionales como Navidad, año nuevo, el día de la mujer o el día de la tierra y celebraciones locales como festejos de independencia y fiestas patronales
En diferente medida, cada una de estas fechas tiene una carga emocional en las personas y también son oportunidades que las marcas pueden utilizar para promocionar sus productos y servicios, siempre y cuando no se caiga en acciones invasivas que molesten a compradores y clientes.
Concepto de Marketing estacional
Se entiende por Marketing estacional al conjunto de acciones y tácticas empleadas dentro de una estrategia cuya finalidad es crear campañas o promociones (dependiendo de cada caso particular), que se centran en una festividad o fecha conmemorativa específica, algunas de las más notorias son la Navidad y año nuevo, Semana Santa o Pascuas dependiendo de la región, fiestas patrias, asuetos nacionales, entre otros; también se pueden basar en temporadas que no estén ligadas a un día exacto, como temporada de verano, invierno, regreso a clases, etc.
Aspectos a tener en cuenta
Lo primero a tener en cuenta es cuáles serán las festividades o fechas importantes que se elegirán, en segundo lugar el grado de relación existente entre la marca y la festividad o festividades con que se trabajará, teniendo en cuenta que hay tanto algunas específicas que pueden vincularse con la marca y también algunas más amplias que fácilmente pueden relacionarse con varias marcas.
En cuanto a ciertas fechas conmemorativas específicas, si la marca no tiene relación o es la mínima, lo más conveniente será no invertir en una gran campaña o bien, no realizar promociones que puedan interpretarse como que la marca solo quiere abalanzarse de la fecha en cuestión, un ejemplo sería con las fiestas relacionadas con aspectos culturales o religiosos o los días en los que se conmemora la lucha contra alguna enfermedad, que siempre son temas que sensibilizan a la audiencia.
Una vez que se tenga claro todo lo anterior y se haya concluído en que es viable realizar algo para determinada fecha, la tarea de la marca será definir si lo que le conviene es realizar una campaña o si basta con lanzar alguna promoción. Para saber cuál es la opción más viable se deben tener en cuenta otros factores como el presupuesto que se disponga, el tiempo que se tiene para la planeación y en qué medios se comunicará.
En conjunto todos estos aspectos son los que determinarán si es favorable armar una campaña que satisfaga a los clientes y contribuya a alcanzar los objetivos de la marca.