En marketing y publicidad es habitual leer ofertas de empleo como esta: “se necesita diseñador junior, con x cantidad de semestres en la universidad” o “se necesita desarrollador web senior…”, ambos términos, junior y senior, hacen referencia al perfil de las personas para optar a un puesto de trabajo, según distintas pautas como edad, años de experiencia, grado académico, entre otros.
Aunque cada empresa puede tener sus propios parámetros para definir quiénes de sus colaboradores son junior o senior, hay ciertas pautas que se deben tener en cuenta y que a continuación se comparten.
Experiencia laboral
En este punto, se puede clasificar como junior tanto al joven universitario que está en busca de su primer trabajo, como a aquel que ya ha estado en otros trabajos, pero en áreas no relacionadas, por ejemplo, alguien que trabajó un año en un call center ahora quiere incursionar al campo de la publicidad, ¿es posible el cambio de profesión? definitivamente. Si su verdadero interés está en dicha profesión y tiene la disposición de aprender y capacitarse en esta área, puede iniciar como un junior, la ventajas que tendrían van relacionadas con su capacidad de trabajar en equipo y sus habilidades comunicativas, que son elementales en cualquier trabajo independientemente del giro de negocio.
La experiencia no se adquiere de otra forma sino trabajando, en este, como en otros puntos, es imprescindible que el junior sea asesorado y reciba la capacitación pertinente para que paulatinamente pueda realizar sus actividades por su cuenta.
Conocimiento de procesos
Respecto al conocimiento que el junior necesita sobre los procesos, es necesario aclarar que en este punto entra no solo qué es lo que se hace, sino cómo se hace, dicho en otras palabras, es habitual que cada organización posea su propia metodología para realizar determinadas actividades, ya sea porque les ha dado mejores resultados y también a manera de diferencial. Respecto a esto, el junior tiene la tarea de acoplarse a dichos procesos, conocerlos y ponerlos en práctica en su gestión diaria.
El Senior por su parte, es quien ya tiene conocimiento de los procesos internos de la marca, los practica y los transmite a su equipo. Algo muy importante que distingue al senior del junior en este aspecto, es que el segundo no trata de anteponer sus propios intereses o métodos aludiendo que “siempre lo hace así”, actitud que puede presentarse en quienes están dando sus primeros pasos en una organización.
Trabajo en equipo.
Este punto es fundamental, en conjunto con la enseñanza de los procesos se necesita capacitar al colaborador junior para trabajar en equipo. La diferencia entre un junior de un senior en este aspecto es que el primero está en una etapa en la que es imprescindible que se acople a sus compañeros de trabajo, teniendo en cuenta que son ellos con quienes pasará una buena parte de su día y por ende, tendrá que convivir, coordinarse y mantener una buena comunicación.
El senior por su parte, se espera que sepa trabajar en equipo y ejerza liderazgo, teniendo una participación más proactiva. El senior conoce, se identifica y practica los valores fijados en la identidad corporativa de la marca y los transmite a su equipo.
Capacitaciones y aprendizaje.
Aquí, independientemente si se trata de un junior o senior, la capacitación siempre será constante y esta va desde talleres internos, cursos y charlas fuera de la empresa pero relacionadas con su giro de negocios y las que voluntariamente asisten, así mismo como en la educación superior, inscribiéndose en licenciaturas, postgrados, técnicos o maestrías, dependiendo de cada caso.
La diferencia se reflejaría en el nivel de profundidad con el que el colaborador se capacite, en caso de los junior, con talleres y capacitaciones internas o estudiando una licenciatura y el senior, ampliando sus conocimientos adquiridos en postgrados o maestrías (lee también: Dónde estudiar Marketing Digital en Guatemala).
¿En qué momento el junior pasa a ser senior?
En realidad no hay una regla escrita que dicte en qué momento se da la transición, dependiendo, pues esto variará según los lineamientos de cada empresa, las competencias requeridas, tiempo de estar en la organización, experiencia acumulada, o grado académico, por poner algunos ejemplos; de hecho, algunas empresas incluso tienen un grado entre ambos, llamado “semi senior”.
En un plano ideal, cuando un junior entra a una empresa, esta debe preocuparse por él y brindarle las herramientas y el ambiente propicio para su desarrollo, a fin que en un año o dos, a lo sumo, deje de ser junior y pueda considerarse un senior o semi senior; es recomendable descartar la idea de contratar un “junior” para pagarle menos, pues las marcas deben estar consientes que para lograr sus objetivos y tener una mayor participación en el mercado, es crucial cuidar e invertir en talento calificado.