Hay personas que han implementado cambios en su estilo de vida a manera de ser más amigables con el medioambiente; sumado a esto, distintas marcas también están realizando acciones más responsables, sin embargo, se han dado casos en los que su aporte no es tan significativo como ellos mismos afirman o incluso se trata de engaños.
A esto se le conoce como greenwashing, cuya traducción aproximada sería “lavado verde”, haciendo referencia a la acción que limpiar la imagen a través de una serie de prácticas que buscan exagerar, simular o hacer creer que tal marca está comprometida con la naturaleza aunque la verdad no sea como la plantean.
Características del greenwashing
Una de las características del greenwashing es el uso de mensajes ambiguos, donde dan a entender su compromiso pero evitando dar detalles o información más consistente, usualmente utilizan mensajes como “más natural”; “eco-friendly”; o hacen alusión al reciclaje o reutilización. Es común el uso de prefijos como “eco” o “bio” para resaltar el supuesto cuidado por el entorno.
A través del packaging también se suele hacer greenwashing, por ejemplo con el uso del color verde, independientemente de los colores institucionales de las marcas o la implementación de elementos que hagan referencia a la naturaleza: ríos, cielo despejado, aves, el mar, árboles, hojas, césped, montañas, el signo de reciclaje, entre muchos otros.
Otra forma de greenwashing se da cuando por regulaciones de algún país o región, los productos y servicios están obligados a cumplir con ciertas especificaciones relacionadas con el cuidado del medio ambiente y que las marcas lo presentan como una iniciativa propia, exaltando su supuesto compromiso.
Los casos más severos son en los que se recurre directamente al engaño, mintiendo en etiquetas, compartiendo información falsa o inventando etiquetas o sellos que no tienen ninguna validez.
Sobre las buenas prácticas medioambientales
Con esto no buscamos desestimar las acciones que varias marcas han realizado para mejorar sus procesos y ser más amigables con el medio ambiente, las cuales si aportan un valor real siempre serán bienvenidas, la cuestión radica en la exageración y los engaños ya mencionados, con el fin de generar una imagen que no es la real o venderse como algo que no se es en realidad.
Suele decirse que es preferible que otras personas hablen de la virtud de una persona a que esa persona hable de sus propias virtudes, lo mismo ocurre con las marcas, es mejor que sean los mismos clientes y consumidores quienes se percaten de las acciones de la marca por el medioambiente y voluntariamente lo compartan a que la marca se desgaste en decir que ayuda al medio ambiente.