El artículo anterior concluyó con una pregunta: ¿En qué medida conviene generar acciones que impulsen las métricas de vanidad? a continuación se dará respuesta a este planteamiento y se profundizará en los detalles.
Las métricas de vanidad no representan una base sólida para tomar decisiones serias, es decir, aquellas que involucren grandes presupuestos o que infieran en decisiones cruciales dentro de la organización, no obstante, como lo mencionamos antes, estas son funcionales, entendiendo su función y alcances, y es elemental tomarlas en cuenta al momento de elaborar contenido trivial, cuyo único fin será obtener visibilidad,
Cada marca tiene la tarea de seleccionar aquellos datos que realmente le serán de utilidad y para ello es vital dividir las métricas en grados de profundidad o importancia, dependiendo de cada caso, a continuación lo ejemplificamos a partir de tres casos:
Caso 01:
Una clínica dental en donde su estrategia está dirigida a generar nuevos pacientes y mantener informados con contenido de valor a quienes ya se benefician con sus servicios, sin dejar de lado que nuevos públicos conozcan los servicios, por lo que se puede hablar de dos niveles de métricas:
- Primer grado: La cantidad de personas que comparten sus datos para ingresar a una cita. Estos puede considerarse MQL o SQL (puedes leer más de este tema acá).
- Segundo grado: métricas de vanidad como veces que se compartieron las publicaciones o reacciones a una publicación.
Caso 02:
Una escuela de negocios, utiliza las redes sociales para dar a conocer sus cursos, programas, costos de inscripción, mensualidades y otros datos de interés. Por otra parte, cuando los cupos están llenos, optan por generar contenido de valor y trivial para mantener el engagement con su comunidad. Sus niveles de métricas serían:
- Primer grado: Cuando las inscripciones están abiertas, al igual que el ejemplo anterior, las métricas de primer grado para esta marca son la cantidad de personas interesadas en inscribirse a los cursos y que llenan el perfil requerido, nuevamente se pueden clasificar como MQL y SQL.
- Segundo grado: Las métricas de vanidad para esta marca, en temporada de inscripciones, es el número de reacciones, publicaciones compartidas y reproducciones a sus videos.
Caso 03:
Una iglesia en donde su interés está en comunicar los horarios de sus servicios dominicales y actividades entre semana. Su contenido es principalmente de valor, como reflexiones y enlaces a su podcast, con cierta cuota de contenido motivacional. Lo que se busca en este caso es que primero, las publicaciones lleguen a la membresía de la iglesia y luego al mayor número de personas del sector. Sus métricas se dividen en:
- Primer grado: A diferencia de los casos anteriores, la prioridad es el número de personas de acuerdo a la ubicación, que vieron la publicación lo cual sería alcance o reach.
- Segundo grado: Considerando que no se promociona ningún producto o servicio, serán las reacciones, comentarios y veces que las publicaciones fueron compartidas
En todos los casos presentados puede notarse que hay métricas de vanidad y tanto el primer como segundo grado guardan similitudes. También se evidencia que cuando la escuela de negocios no está promocionando ningún curso, ya sea porque sus cupos están llenos o están en época de vacaciones, sus métricas de primer y segundo grado pueden cambiar, quedando como métricas de primer grado el número de compartidos, reacciones y comentarios y en segundo grado el número de personas que facilitaron sus datos para futuros cursos.
En el tercer caso es evidente que sus métricas de primer grado serán todas las relacionadas con la visibilidad, esto es más frecuente en asociaciones sin fines de lucro y organizaciones de índole social, en el que su enfoque está en transmitir un mensaje y llegar a más personas.